La piel del tiburón es un papel de lija, y como la superficie juega un papel importante en los movimientos de los tiburones, internamente, esta piel está compuesta por millones de diminutas escamas que tienen forma de dientes, como una malla resistente de una proteína llamada colágeno.
Esta malla cubre los músculos y se adjunta de forma que crea una armadura que actúa como esqueleto externo.