Reconstrucción de un ataque de tiburón prehistórico

Un ataque de tiburón que se llevó a cabo 4 millones de años acaba de ser reconstruido a partir de la víctima fosilizada extinta – un delfín.

Los científicos investigaron los restos de 9 pies de largo de delfines descubiertos en la región del Piamonte en el norte de Italia. De los restos, los investigadores no sólo fueron capaces de señalar al atacante, sino también cómo se produjo el ataque, sugiriendo que el tiburón tomo ventaja del punto ciego de los delfines.

«El esqueleto estaba siendo estudiado en un museo en Turín hace más de un siglo, pero cuando lo examiné como parte de un estudio más grande de los fósiles de delfines, me di cuenta de las marcas de mordeduras en las costillas, vértebras y las mandíbulas», dijo el investigador principal, Giovanni Bianucci en la Universidad de Pisa en Italia.

«La identificación de la víctima en el ataque fue la parte fácil – es una especie extinta de delfín conocido como Astadelphis gastaldii», dijo. «Trabajar por la identidad del asesino fue un trabajo para detectives, las únicas evidencias eran la marcas de mordidas».

Identificar al culpable

Las formas de las marcas de mordida indicaban un ataque de tiburón.
«La suavidad de las marcas de mordeduras en las costillas, muestra claramente que los dientes del atacante no eran cerrados, así que inmediatamente descartamos algunas posibilidades», dijo el investigador Walter Landini, un experto en tiburones fósiles en la Universidad de Pisa en Italia.

Simulando marcas de mordeduras de posibles culpables presionando los dientes fósiles en arcilla y comparando éstos con la forma y el tamaño de las marcas en los fósiles de delfines, los investigadores determinaron la probable identidad del asesino como un tiburón extinto con el nombre de Hastalis Cosmopolitodus, del cual los científicos han sugerido recientemente que podría haber sido el gran antepasado del moderno tiburón blanco.
Los dientes fósiles de este tiburón, otrora poderoso, fueron muy comunes en los alrededores de la roca donde se encontró el delfín.
«Por el tamaño de la mordedura, calculamos que este tiburón particular, tenia 4 metros de largo (13 pies),» dijo Landini.

Sigue siendo un misterio por qué el tiburón no terminó de devorar a su presa.
«Los delfines muestran conductas de protección, así que quién sabe, tal vez otros delfines lo defendieron, y el tiburón desistió», dijo el experto en tiburones fósiles Kenshu Shimada en la Universidad DePaul y el Museo de Historia Natural de Sternberg, que no participó en esta investigación.

La reconstrucción del ataque

Un análisis cuidadoso de los restos del delfín reveló cómo el tiburón lo pudo haber atacado.
«Los cortes más profundos y más claros están en las costillas del delfín, lo que indica que el tiburón atacó desde abajo, mordiendo en el abdomen «, dijo Bianucci.
Ataque sorpresa aprovechando del punto ciego de los delfines.
«Atrapado en la poderosa mordida, el delfín lucho por librarse, la mordida habría causado la pérdida de sangre, y graves daños debido a la densa red de nervios, vasos sanguíneos y los órganos vitales en esta área. Luego, ya muerto o en estado de shock, el delfín se volcó sobre su espalda, y el tiburón mordió nuevamente, cerca de la aleta dorsal”.

«Estudios como este son importantes, porque nos dan una idea de las interacciones ecológicas entre los organismos en los mares prehistóricos», dijo Shimada.

«Los dientes de tiburón están entre los fósiles de vertebrados más comunes en el registro fósil, sin embargo, saber los detalles de la dieta, el comportamiento y la alimentación de un tiburón extinto, es extremadamente difícil. Los restos fósiles de especies de presa con marcas de mordida de tiburón, como los descritos por Bianucci y su equipo ofrecen prueba directa de lo que cada tiburón prehistórico comía y cómo se comportaba”.

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